-Mariana Barreiro
Es cierto que para todos esta cuarentena fue inesperada, era inimaginable pensar que tal hecho llegase a ocurrir. Puedo decir que fui una de las personas a las que se le hizo difÃcil asimilar el hecho de no poder ver a mis allegados en un largo tiempo y me rehusaba a pensar que esta serÃa no solo mi realidad sino la de muchos otros.
Sin embargo, creo que fui una persona afortunada, que a pesar de la situación pudo ver a personas importantes, aunque no lo sabÃamos iba a ser un hermoso recuerdo que nos tendrÃa vivos en esta Cuarentena. Los primeros dÃas fueron una asimilación a las clases en lÃnea, que por mi parte me tocó aprender a manejar las distintas formas para que la conexión, las actualizaciones, los fallos no llegaran a ser un obstáculo. Uno de los grandes problemas que tuve fue el internet, perdÃa mitad de las clases intentando en distintos lugares de la casa para que este sirviera de la mejor manera, en conclusión todo un reto.
La convivencia en mi casa fue una cuestión de asimilar que cada uno tuviera su espacio y que hay lÃmites al momento de interactuar, pensar más en el otro que en sà mismo y también encontrar la forma de comprender a tus familiares, tener en cuenta que no sabes todo de ellos. Quiero destacar la admirable disposición y entrega de los profesores al tomar esta nueva metodologÃa virtual, siempre teniendo el mejor talante para enseñarnos.
Aunque sà es cierto que la falta del contacto humano hace difÃcil que a muchos nos gusten las clases, provocando la distracción más fácil , creo pocas veces hemos pensado en esa fascinación que tienen nuestros profesores por su carrera y trabajo y que esto nos da a nosotros una oportunidad para agradecer este privilegio que tenemos. Y sÃ, la cuarentena, como a mi, nos tomó de forma muy desprevenida, creo que en el fondo nos ha convertido en mejores personas, valoramos las pequeñas cosas de un dÃa normal como los saludos en la mañana y por toda esta situación sabemos que la soledad no es algo que anhelemos y a partir de esto podremos cambiar pequeñas cosas fruto del aprendizaje para intentar ser mejores personas cuando todo esto acabe.